En casi todas las culturas y en todas las épocas del año, el hombre siente gran placer en asar una carne y compartir una buena comida. Aquí les comparto un resumen intriductorio a la hora de conocer el modo de preparar deliciosos platillos asados.
Asar: Se trata de tostar o asar un alimento a temperatura elevada,
sobre una superficie metálica plana pincelada con aceite.
Definición de cocción
Ya habíamos dicho que: Cocción significa modificar la
textura, el color, el sabor y la consistencia de los alimentos, por medio de
una fuente de calor. No hay cocción sin una transferencia de calor. Cocer
es transformar por la acción del calor, el gusto y propiedades de un alimento. Todos
estos cambios se deben a una serie de reacciones que suceden durante el proceso
de cocción.
Dentro de las técnicas básicas de cocción encontramos:
Asar (Rótir)
“Técnica de cocción en la cual el alimento es rociado
muchas veces con un líquido (aceite o fondo de cocción), sin otros líquidos
adicionales y sin tapar".
Se pueden asar lomo, roast-beef, ternera, cerdo, cordero,
pollo, pato, carnes de caza, papas, batatas, vegetales varios etc. El tipo de
cocción aplicado es por concentración. Puede asarse en horno o en cruz.
Una vez cocidas, las piezas de carne en general, se deben
dejar reposar de 5 a 10 minutos antes de cortarlas, así se equilibran las
temperaturas y se evita la pérdida excesiva de jugo.
Asar a la parrilla
El
alimento se cuece a temperatura elevada colocado sobre una parrilla o rejilla
de hierro con patas que se coloca sobre unas brasas o foco de calor.
Las brasas no han de despedir llamas ya que éstas quemarían
los alimentos y les darían mal sabor.
Para asar carnes a la parrilla es importante que éstas
estén a temperatura ambiente con el fin de evitar que queden quemadas por fuera
y crudas y frías por dentro.
Hay que pincelarlas con aceite antes de ponerlas en la
parrilla.
Tampoco deben sazonarse antes de hacerlas para que no
pierdan los jugos y no se queden secas y correosas.
Al principio, la parrilla estará más cerca de las brasas
para que la carne se selle. Después se separa un poco para que la carne se haga
sin quemarse.
Para darle la vuelta al alimento, mejor usar pinzas y no un
tenedor ya que al pincharlo perdería jugos.
Si se trata de pescados, hay que elegirlos grasos como las
sardinas y otros pescados azules, para que no queden secos. Se untan con un
majado de ajo, perejil y aceite y se sazonan con sal después de hechos.
Asar a la plancha
Se dora el alimento, pincelado también con aceite o
similar, por ambas partes.
Además de en una plancha, podemos llevarlo a cabo en una
sartén de base gruesa o sobre cualquier lámina metálica bien caliente.
En el horno, receptáculo cerrado que se calienta por medio
de gas, electricidad o leña, podemos preparar carnes, pescados y verduras. Es
el medio más cotidiano, hogareño y difundido en nuestras ciudades.
Si se trata de carnes o pescados, se precalienta el horno a
la temperatura que indica la receta y se introducen en el horno caliente
previamente aceitados o aliñados o simplemente sazonados. El horno reseca
los alimentos creándoles una costra crujiente y dorada por lo que en muchos
casos, sobre todo cuando se trata de cocciones largas, hay que regar el asado
con agua, vino o los propios jugos del alimento a media cocción o de vez en
cuando. (Los hornos de vapor, que son modernos, se presume que no presentan
este inconveniente)
Para las carnes, es mejor una cocción más larga a menos temperatura que una a temperatura alta durante menos tiempo.
Si se trata de pescados, quedan más jugosos asándolos a una temperatura más elevada durante menos tiempo.
Si lo que asamos son verduras, al igual que con la carne y el pescado, hay que pincelarlas con aceite para que queden jugosas y no se resequen o envolverlas en papel de horno o de aluminio.
Además de platos salados, también podemos cocinar en el horno: masas de pan, pizzas, tartas, pasteles y budines, para lo cual hay que tener en cuenta la temperatura adecuada para cada receta y el tiempo de cocción.
Para las carnes, es mejor una cocción más larga a menos temperatura que una a temperatura alta durante menos tiempo.
Si se trata de pescados, quedan más jugosos asándolos a una temperatura más elevada durante menos tiempo.
Si lo que asamos son verduras, al igual que con la carne y el pescado, hay que pincelarlas con aceite para que queden jugosas y no se resequen o envolverlas en papel de horno o de aluminio.
Además de platos salados, también podemos cocinar en el horno: masas de pan, pizzas, tartas, pasteles y budines, para lo cual hay que tener en cuenta la temperatura adecuada para cada receta y el tiempo de cocción.
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