Buttermilk: generalidades

Generalidades

Es el suero de la crema, que se obtiene al separar la parte grasa de la líquida.

Se obtiene en el proceso de preparación de la manteca.

De sabor apenas agrio.

Puede estar fermentado o "cultivado".

También se lo denomina: Suero de mantequilla:

El suero de mantequilla o mazada es un producto lácteo líquido de color blanco-amarillento, ligeramente menos espeso que la crema (nata), con un contenido bajo en grasa, y de sabor ligeramente agrio

Este producto, cada vez es más típico verlo formando parte de cualquier receta sobre todo en bollería y bizcochos.

Hay una versión casera para preparar este producto ya que no es tan simple de conseguir en todas las tiendas. El concepto que tenemos aquí del buttermilk es el de mezclar leche a la que le hemos añadido unas cucharadas de jugo de limón y así, con esta versión casera para salir del paso.

 ¿Qué es en realidad el buttermilk? Un poco de historia

Este suero de leche se bebía habitualmente ya en la Edad Media, siendo en Gran Bretaña bebida de pastores y lecheras durante cientos de años. 

A finales del siglo diecisiete y principios del dieciocho pasó a ser bebida de moda en las grandes ciudades. 

Extendido por todo el mundo entró a formar parte de elaboraciones tradicionales como cuajadas en Oriente Medio o preparaciones como hangop típico de los Países Bajos.

Tras unos años de decadencia y en donde se incluyó casi exclusivamente en la fabricación de productos alimenticios pero no a consumirse como tal, resurgió como una alternativa saludable a la leche entera pues tenía muchísima menos cantidad de grasa, siendo su sabor un poco amargo menos empalagoso y más interesante que la leche de vaca desnatada. 

En la actualidad lo que se vende por buttermilk es en realidad leche desnatada fermentada con un tipo de bacterias denominadas estreptococos que producen una transformación de la lactosa en ácido láctico, pasando posteriormente a ser tratada con calor para detener la acción bacteriana y frenar la fermentación.

En repostería se usa frecuentemente para aumentar la esponjosidad y mejorar el sabor en preparaciones tales como bollería o bizcochos y aunque no es fácil encontrarlo, cada vez son más los establecimientos que ya cuentan con él en sus estanterías.